Buenas prácticas y casos de éxito

La Regeneración del Brooklyn Navy Yard

El Brooklyn Navy Yard, localizado en el East River en Brooklyn, es un astillero militar fundado en 1801. Con una superficie de 121 hectáreas, en su tiempo fue el centro principal de construcción naval de la marina de Estados Unidos. Cuando la marina abandonó la zona, la propiedad pasó a ser de la ciudad de Nueva York.

Inicialmente, se planteó su conversión en un desarrollo de viviendas de lujo y comercios frente al río. Sin embargo, una fuerte oposición vecinal en el distrito de Brooklyn por parte de numerosas organizaciones cívicas que defendían el mantenimiento de los puestos de trabajo industriales en el distrito. Como resultado, la Administración Bloomberg anuló el proyecto inicial, transformando el área en un parque industrial, emprendiendo la rehabilitación y adaptación de los edificios existentes y el desarrollo de otros nuevos.

Este tipo de intervención urbana se enfocó en el aprovechamiento de las edificaciones navales abandonadas, para implementar nuevas funciones económicas enfocadas en la industria. Además, debido al patrimonio histórico que se tiene de las edificaciones navales, también se han implementado programas de excursiones para escuelas y al público en general, exhibiciones, sets de filmación, celebración de eventos privados, etc.

 

Plan 22@ Barcelona “La ciudad del conocimiento”

(Ajuntament de Barcelona, 2005).

Tras la transformación de 200 hectáreas de suelo industrial de Poblenou en un distrito productivo, ha permitido crear hasta 3.200.000 metros cuadrados de espacios productivos; aumentar entre 100,000 y 130,000 los puestos de trabajo localizados en la zona; construir entre 3,500 y 4,000 nuevas viviendas de protección y obtener unos 220,000 metros cuadrados de suelo para nuevos equipamientos y zonas verdes.

Gracias a esta intervención, se revirtió la baja densidad que caracterizaba la zona, en otro tiempo de uso industrial, apostando por un espacio urbano denso y complejo, que hoy en día posibilita un uso más eficiente del suelo y favoreciendo la interacción entre los diversos agentes urbanos y contribuyendo a generar la masa crítica necesaria para desarrollar economías de aglomeración.

Una estrategia importante que se implementó a través de la planeación urbana, es que el proyecto 22@Barcelona ofrece un sistema de incentivos que favorecen la presencia en el sector de las denominadas actividades @. Estas se caracterizan por utilizar el talento como principal recurso productivo y tienden a ser actividades urbanas, intensivas en la utilización del espacio y de las tecnologías de la información y la comunicación, y densas en empleo cualificado. El Plan 22@ Barcelona establece que los propietarios del suelo, para poder acceder a todos sus derechos edificatorios, deben incluir actividades @ en los programas funcionales de los proyectos de renovación urbana, en una proporción no inferior al 20%. Esto significa, por ejemplo, que en una manzana estándar la construcción de 6.000 metros cuadrados de techo sólo puede realizarse garantizando la presencia de este tipo de actividades.

Asimismo, plan apuesta por la convivencia de los espacios productivos con los espacios residenciales que permiten vivir cerca del lugar de trabajo, favorecen el desarrollo del comercio de proximidad y garantizan la vitalidad del espacio público a lo largo de todo el día. Desde la aprobación del proyecto 22@Barcelona se han constituido 8 entidades urbanísticas colaboradoras y se han aprobado definitivamente 37 instrumentos de gestión, que permiten ejecutar la transformación del 55% del suelo con planeamiento aprobado. Esto supone que 769,201 metros cuadrados de techo ya tienen definido el proceso de gestión urbanística, de los cuales 491,000 metros cuadrados se destinarán a nuevos usos productivos, 144,351 metros cuadrados a equipamientos, 90,020 metros cuadrados a nuevas viviendas protegidas y 4,456 metros cuadrados a nuevas viviendas no convencionales.

Centro Cultural Estación Indianilla, Ciudad de México

(SIG MÉXICO, 2020)

Ubicado en la colonia Doctores de la alcaldía Cuauhtémoc, este centro cultural es actualmente un recinto artístico pero que en el siglo XIX funcionaba como un espacio para estacionar y reparar los tranvías. En 1985, la estación de Indianilla deja de funcionar como tal y el inmueble queda a resguardo del Gobierno de la ciudad de México y lo utiliza como bodega por más de dos décadas.

Posteriormente, en el año 2006 y bajo el gobierno de Alejandro Encinas, se inauguró el Centro Cultural Estación Indianilla, un espacio cuyo objetivo es difundir diversas colecciones de artistas nacionales; a impartir talleres de grabado, encuadernación, litografía. Dentro de sus instalaciones se encuentran un museo, salas de video, salas de exposiciones, un restaurante y un bar.

Este caso en particular, permite identificar algunas de las funciones enfocadas al disfrute cultural y recreativo que se podrían integrar en algunos de los edificios de carácter patrimonial en Atlampa. Destacando esta opción, por encima de las intervenciones en este tipo de edificaciones para la implementación de plazas comerciales.