Un Plan Maestro (o Plan Director) es aquel instrumento emanado de la teoría contemporánea del Ordenamiento del Territorio y utilizado frecuentemente en el ámbito de la planeación estratégica de las ciudades. Se concibe como un plan especial cuyo objetivo central es el delimitar y planear el desarrollo de un área particular.
De acuerdo con Haar (1955), un Plan Maestro (como proceso en lugar de un fin) debe significar para el planeador una fuente de información (de las condiciones actuales y futuras probables); un programa de corrección (de dolencias o deficiencias de un área específica); una estimación del futuro (para el mejoramiento de las condiciones de bienestar de acuerdo con las necesidades futuras y presentes con base en estimaciones de crecimiento de la actividad económica y otras variables que afecten el desarrollo físico de la comunidad); un indicador de metas (junto a las tendencias del desarrollo, que establece objetivos en términos de qué ciudad desea la comunidad); una técnica de coordinación de acciones (de diversos agentes sobre el territorio en el tiempo); y una herramienta para estimular el interés público y la responsabilidad (educación democrática y participativa que permita identificar los aspectos más importantes a atender de acuerdo con las preocupaciones de todos los actores involucrados) (Haar, C., 1955).
De esta forma, un Plan Maestro no corresponde a un dispositivo de planificación tradicional, sino a un “esquema de una gestión o gerenciamiento de cierto territorio, donde se establecen criterios orientadores de la acción, gestión e inversiones, en pos de la materialización de una visión de desarrollo para el área de estudio. (…) nace de una evaluación de las potencialidades y limitaciones que forman parte de la iniciativa, que toma forma de fortalezas, oportunidades, desafíos y amenazas, a través de un análisis (…) participativo” (R. González, 2006).
En síntesis, este plan será entendido como una guía metodológica y de coordinación que proponga, a los actores involucrados, las herramientas e información necesaria para la toma de decisiones. Basado en un estudio de factibilidad que parte de la revisión objetiva de las opciones de desarrollo. Incluye hallazgos, análisis y conclusiones de ejercicios prospectivos que indagan sobre cómo alcanzar las metas en el futuro del área específica. Indica cuando el sitio es adecuado para la función pretendida, tomando en cuenta aspectos financieros, sociales y medioambientales.